Remitiendo al lector a un mundo medieval, usando el claro oscuro y el tenebrismo se cuenta una historia cruel y mil veces repetida: Los reyes organizan sus guerras sin que el pueblo sepa por qué y con la misma indiferencia retrasan la firma de la paz sin contar con sus súbditos. La gente, finalmente, se organiza para vivir al margen de sus decisiones. Para pensar y sonreír.
La naturaleza posee su proprio ritmo, así como la vida que fluye, a pesar de que a veces los hombres se queden estancados en viejos rencores.
